Una Educación Integral
El colegio Sagrada Familia ofrece una formación integral, no solo intelectual, sino también de actitudes ante la vida
Quienes somos
Colegio: Familia de Familias
El Colegio Sagrada Familia, está ubicado en zona urbana de Silla, más concretamente en un barrio llamado “Molí de Magalló”. Está formado por unas 500 viviendas de reciente construcción y habitadas, en su mayoría, por familias jóvenes con hijos en edad escolar.
El centro viene impartiendo enseñanza en esta localidad desde el año 1.915, siendo regentado por las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl hasta septiembre de 1.987, momento en el que las religiosas dejaron el colegio y el claustro de profesores quedó formado por laicos.
Desde el 1 de Septiembre de 1.999, el colegio está ubicado en sus actuales instalaciones, con las correspondientes autorizaciones de la Consellería de Educación y Ciencia, en el curso actual consta con 6 grupos de segundo ciclo de Educación Infantil, 9 grupos de Educación Primaria, 4 grupos de Educación Secundaria y un aula de Integración de Primaria.
El Colegio, desde su implantación en la localidad, ha contado con gran aceptación por todos los habitantes de la población. Es el único colegio privado financiado con fondos públicos de Silla y, por sus características e ideario, imparte su educación atendiendo a los valores de la educación católica, condición impuesta por sus fundadores.
Sabemos de la responsabilidad que esto conlleva máxime cuando pretendemos formar e informar a nuestros alumnos desde una perspectiva cristiana inspirada en el Evangelio de Jesús.
Desde una profunda experiencia personal del Evangelio, todos los que conformamos el colegio (equipo directivo, claustro de profesores y personal no docente) pretendemos ofrecer una formación integral; es decir, no solo intelectual sino también de actitudes ante la vida que respondan a las enseñanzas de Jesucristo.
Y todo ello, contando con las familias de todos nuestros alumnos, padres, madres y abuelos, sin cuya colaboración carecería todo de sentido ya que sólo se puede educar en la fe si partimos de una experiencia doméstica de la misma.
Y con estos preceptos trabajamos y nos esforzamos desde nuestras posibilidades de docentes por mejorar las generaciones venideras para, obedeciendo a la responsabilidad que la vida a puesto en nuestras manos (intelecto y sentimiento de niños y jóvenes) que el día de mañana ocuparán puestos de responsabilidad en la sociedad.
Que Dios nos ayude en nuestra tarea.